Tuesday, June 06, 2006

Las primeras palabras


"PORQUE ESCRIBI"

Ahora que quizás, en un año de calma,
piense: la poesía me sirvió para esto:
no pude ser feliz, ello me fue negado,
pero escribí.

Escribí: fui la víctima
de la mendicidad y el orgullo mezclados
y ajusticié también a unos pocos lectores;
tendía la mano en puertas que nunca, nunca he visto;
una muchacha cayó, en otro mundo, a mis pies.

Fragmento.
Enrique Lihn


Estas palabras me parecen justas para iniciar este intento de expresión, no sé si es un deseo de permanencia o la simple necesidad de entender las cosas desde fuera. Un juego mutuo e interactivo de que me lean y a la vez leerme, desde mis palabras y desde la visión que ustedes tengan.
En un momento de mi vida en que las certezas escaseaban y se necesitaban como el agua en el desierto intenté buscar seguridades en aquello que me acompañaba a diario y entonces me di cuenta de que la escritura, ya fuese mía o ajena, era tal vez la única certeza. Desde ese punto, comencé a leer, a leer mucho, hasta que después de algunas tormentas, me encontré con este poema y me di cuenta de que mi relación con la lectura y la escritura eran algo así. (En esta ocasión solo transcribí dos estrofas, poco a poco iré entregando el resto).
El hecho de comenzar este blog creo que tiene varias causas. La verdad, es que hace tiempo tenía ganas, pero no sé si lo había aplazado por flojera o por vergüenza. Tal vez estaba esperando que algo externo me terminara de impulsar.
Hoy eran cerca de las once de la mañana y me encontraba desocupado, algo que hace mucho tiempo no podía decir de un día de semana normal y mientras escuchaba música pensaba en mil cosas. Son momentos como estos los que a uno lo hacen recapitular y en ocasiones darse cuenta de que no sirve arrastrar las pesadumbres ni aplazar las dudas, de pronto me di cuenta que había llegado a mi estación del metro y decidí seguir de largo, al parecer necesitaba mas estaciones para cerrar los temas. Puede sonar complejo si es que me refiero a otoño, inverno o algo así, pero para la ocasión me bastaba con estaciones de metro, al fin y al cabo algunas cosas cambian entre una y otra.
Al final del viaje creo que el balance fue positivo, la verdad es que hay muchas cosas buenas que he vivido y que estoy viviendo. Mientras salía del metro sentí que aquellas escaleras eran una especie de imagen que plasmaba mis sentimientos. Cuando caminé el último peldaño sentí que al menos tenia claro cuales eran mis problemas y las áreas en las cuales tenía que tomar decisiones, pero sobre todo sentí que tenia claro cuales eran mis seguridades, mis alegrías y algunos de mis planes.
Abrí la puerta de mi departamento, lo miré por completo, apagué el discman, me saque el bolso, prendí el computador y recordé la ultima de las conclusiones que había sacado. Fue en ese momento que prendí un cigarro y comencé a escribir.